1. Perast, la Venecia de Montenegro
Perast es uno de los lugares más mágicos que ver en Montenegro. Su casco histórico es una auténtica delicia. Durante la dominación veneciana, de 1420 a 1797, vivió su máximo esplendor. Pasó de ser un simple pueblo de pescadores a convertirse en una ciudad fuerte donde residían guerreros, capitanes de la marina veneciana y comerciantes dispuestos a no ceder ante el mismísimo Imperio otomano.
Y hoy todavía podemos disfrutar de su arquitectura veneciana. Podrás deleitarte con sus 17 palacios, que no tienen nada que envidiarles a los que puedes ver en Venecia, o también con sus 16 iglesias.
2. La mística Iglesia de Nuestra Señora de la Roca (Gospa od Škrpjela)
Perast es precioso pero a la vez es un lugar místico. En parte, gracias a la Iglesia de Nuestra Señora de la Roca. Durante la dominación veneciana, concretamente en 1452, dos marineros encontraron una imagen de la Virgen María en una roca dentro del mar y decidieron construir una iglesia. Sin embargo, la roca que entraron no era demasiado grande para poder edificarla. ¿Cuál fue la solución? ¡Construir una isla artificial!
Y los dos marineros, con la ayuda de todo el pueblo, la acabaron construyendo a partir de rocas y de restos de barcos viejos hundidos. Si tienes la suerte de estar en Perast el 22 de julio, verás que es un día muy especial. La gente conmemora la construcción de la isla tirando piedras al agua. Sin duda, una de las mejores cosas que ver en Montenegro.
Para llegar hasta allí es muy fácil. Solo tienes que ir a Perast y negociar con alguno de los propietarios de distintos barcos para que te lleven a la isla.
3. Kotor, el lugar más bonito que ver en Montenegro
Sin lugar a Duda, Kotor y su bahía son los lugares más famosos que ver en Montenegro. Su cercanía a Dubrovnik y su incontestable belleza lo convierten en un reclamo turístico cada vez mayor. Kotor es un pueblecito de apenas 5000 habitantes. Lo que lo hace bonito y especial es que se encuentra al final de las Bocas de Kotor, una pequeña bahía rodeada de acantilados que nos recuerda a un fiordo. De hecho algunos lo llaman el fiordo más septentrional de Europa. Pero en realidad es el cañón sumergido del ya desaparecido río Bokelj, que corría por las montañas.
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